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Mis cartas llegaron a:

lunes, 18 de noviembre de 2013

No se si te diste cuenta que no te miré a los ojos, porque para vos no soy nadie..

Como esos que no se atrevían a quererse porque siempre que lo intentaban terminaban hablando cosas tristes sobre el amor de madrugada. Como nosotros. Y qué podíamos hacer, si me resigné a esperar, que muchas veces es otra forma de alejarse. Qué podíamos hacer sino soñarnos por las noches, y también, incluso, cuando despertábamos. Esa era nuestra rutina. Esa, nuestra bonita forma de morir. MI forma de morir. No preguntes. Sólo sé que muchas veces estuve a punto de decirte " te quiero ", pero luego pensaba que exponerse de esa forma podría ser peligroso, sobre todo por eso de que hay personas que se toman las declaraciones de amor como una declaración de guerra. Así que me callaba y te preguntaba como estabas, por si había suerte, y me decías que, sin mi, no demasiado bien. Nunca hubo suerte. Y nos alejamos, con esa horrible sensación de perder algo tan bonito como frágil, y es que no me perdiste, sino que perdiste la ocasión de hacerme feliz. Y esto es algo que muy poca gente entiende. Muy poca gente entiende lo que el amor es. Pero ya me estaba acostumbrando a perder. Siempre, con esa inercia de aquel que nunca aprendió a dejar de llorar con las despedidas.Y recuerdo cuando no estábamos tan lejos y aún, al mirarte, al mirarnos, me brillaban los ojos como si fuésemos a salvarnos. Que tonta, supongo. Estaba enamorada, y es algo lindo. Y si algún día te preguntas porque no volví, te contaré que ya conozco mis cicatrices de sobra, como para saber que te hubieras ido otra vez cuando me hubiera acercado lo suficiente, y no quiero abrirlas de nuevo. Y por eso tenía miedo cuando me decías acercate. Ojalá nos perdonemos.

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