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Mis cartas llegaron a:

domingo, 15 de diciembre de 2013

Volver a empezar, después de empezar.

Esta es la perfecta ocasión para volver, para encontrarnos, blog.
Podría contarle a mis lectores, ese grupo selecto de gente loca lo que viví este tiempo sin hablarles, sin llegar a ellos.. todo lo que paso en unas cuantas lineas. Pero hoy, este día que siento especial por haber vuelto quiero escribirte a vos, blog, que fuiste quien resguardo cada vaga idea que, algún día atravesó mi mente y llego hasta vos.
Que hiciste que llegara a quien tenía que llegar. Que guardaste borradores que no llevaron a ningún lado.
Empezaría así, sin mas. Contandote como /me siento/me senti/ este tiempo.
Estabamos bien, no eramos dos del montón. Eramos dos, de esos dos que vos miras y decís.. Puede ser real que se entiendan tanto? Realmente uno va a estar siempre, absolutamente siempre para el otro, de forma incondicinal? Nos mirabamos y nuestros ojos brillaban con una chispa matizada de "encontré alguien que me entiende, alguien que sufrió mi dolor, que no volvería a herirme una vez más"
Entonces el tiempo paso, y no, no faltaron personas que con suma falsa amabilidad decían, ese amor que sienten ahora es el amor del comienzo, no siempre todo es asi. No todo es para siempre.
Pero yo estaba cegada de que todo saliera bien, y descuide cosas quizá mas importantes. Creía en la suerte.
Entonces empezaron las peleas, por las que pasan todos. Chascarrillos. Ofensitas.
Había un algo que no me gustaba. Y él, como recién empezabamos me dijo sin él mismo creer en sus palabras esta bien, por vos lo dejo. Y si él mismo no creía como pude creerlo yo! Y esperé, y así como fui esperando también me fui resignando a que eso no iba a cambiar, que era su forma de ser.
Y las cosas mejoraron si. Estuvimos bien, paso un año. Un año y medio. Peleas de por medio, amor de por medio, felicidad de por medio, tristezas de por medio. Aprendi, si. Aprendi que yo sola puedo curarme las heridas, que nadie va a curarlas por mi. Aprendi que no tengo que dejar de hacer lo que me gusta, como escribir, solo porque a vos no te gustaba leerme. Es como si te pidiera que dejaras de tocar, solo porque no me gustaba tener que ir a verte a ese ambiente de #mierda.
Y nos hundimos de a poco, como arena movediza, en esa oscura y fea cosa, eso de lo que muchos muchos hablan, y que a todos nos tocó de cerca alguna vez en la vida.
Creo que le llaman.. Rutina. Me hundi. No pude, no pude resurgir. Intente, me canse de intentar y él, desde su inocencia o nosequé quería calmarme, diciendo que todo pasaría, que quizás más adelante podríamos llegar a ser. Y esperé y no quise esperar más. Y me la jugué por primera vez en la vida.
Y me sentí yo por primera vez en la vida, y me siento tranquila y en paz. Poder decir adiós es crecer. No olvidare, cada beso, ni las noches enteras hablando sobre nuestros miedos, sobre nuestros sueños, sobre llegar juntos a viejos. De eso no quiero olvidarme porque te amé.

2 comentarios:

  1. Sarusio Carandíbula17 de diciembre de 2013, 10:54

    Es geniaaaal que hayas vuelto a escribir, ojala lo sigas haciendo hasta que tus dedos sangren de dolor y tu sudor ya no caiga por tu frente, porque no quede mas sudor en tí.
    PD: Saca las propagandas porque te incendio todo el blog

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    1. Jajaj, me alegra que te guste que haya vuelto. Voy a seguir escribiendo mientras siga existiendo inspiración.
      No se como sacar las propagandas D:
      Besooos

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